En el preciso instante de fotografiar, cuando tenemos la cámara en mano y estamos viendo por el visor nuestro próximo objetivo, lograremos conseguir representar la naturaleza de dos maneras: primero, exactamente como la estamos observando, un retrato fiel de la realidad. Por otra parte, en la fotografía de paisajes no hay límites si fotografiamos con visión creativa y deseo de mirar mucho más allá de lo que la naturaleza es y coloca en primer plano delante de nosotros. En ella podemos encontrar infinidades de composiciones creativas, paisajes de formas abstractas aguardando ser descubiertos.
De esta manera lograremos transmitir lo hermoso y exótico de lugares únicos y propios, como el patio de nuestra casa, lejos de representar una imagen plana y repetitiva. ¿Puede una fotografía ser una abstracción? Por supuesto que sí, ejemplo fue la foto del estadounidense Josh Newcomb la cual se volvió viral en las redes sociales porque la perspectiva y las sombras lograron que el charco de agua en el patio de su casa parezca un paisaje de lagos con bosques y áreas rocosas visto desde un avión o un dron.
Josh asegura que todo fue una agradable coincidencia. Al salir la mañana de Navidad al patio trasero de su casa en Post Falls, Idaho, observó que se formaban líneas interesantes en el hielo combinado con la tierra. “Parecía un mapa topográfico, así que tomé unas fotos con mi teléfono, un iPhone 8 Plus”, relató.
Sin duda, Josh Newcomb posee un potencial para imaginar y crear composiciones, logrando representar una foto abstracta, lo que estamos viendo no es realmente lo que parece, una imagen convincente.
Para los millones de fotógrafos que comprenden que la fotografía es un proceso creativo, donde la subjetividad del fotógrafo es importante, entenderíamos que una imagen abstracta convincente y realizada con eficacia es probablemente la manifestación más evidente de la visión pura de un fotógrafo, reflejando la esencia de la comprensión estética y la capacidad de capturar la mirada del espectador.
Para el fotógrafo estadounidense David Maisel, considera que la abstracción en “las imágenes no son hechos. No hay nada fáctico sobre ellos. Son espacios mentales. De eso se trata la abstracción, de hacer una especie de espacio psicológico”.
Por este motivo, la abstracción no se impone, no es dogmática. En el fotógrafo debe ser libre, así como también para el espectador. Genera el pensamiento, preguntas y respuestas en los aspectos estéticos. A veces, caemos en el error en pensar que toda imagen abstracta debería ser totalmente enigmática e inexplicable, al igual que cualquier estilo fotográfico puede ser representativa y abstracta en distintos aspectos.
Una de las referencias para consulta en el tema, es el libro de Susan Sontag “Sobre la fotografía”, ella plantea esa analogía existente entre la fotografía y la pintura alegando que “Al apropiarse de la tarea de retratar de manera realista, otrora monopolizada por la pintura, la fotografía liberó a la pintura para su gran vocación moderna: la abstracción. Cuando la fotografía entró en escena, la pintura ya empieza a alejarse por cuenta propia de la representación realista”. ¿Cómo lograr entonces esas composiciones abstractas en la fotografía de paisajes?
Esto fue lo que me consultó mi hijo, quien es estudiante de fotografía y necesitaba realizar un trabajo abordando el tema. Lo primero es buscar inspiración. Consultar imágenes, fotógrafos referentes que conciban la imagen de tal manera. Investigar los lugares y temas de interés, aporta gran ayuda a pensar las imágenes.
Son infinitos los trabajos que podemos consultar sobre fotografía abstracta. Uno de ellos, es del fotógrafo Alvin Langdon Coburn, considerado en crear algunas de las fotografías abstractas de la historia al capturar “Vortograph” en 1917. Para realizar sus Vortographs, Langdon fabricó un caleidoscopio con marco de madera y metal, compuestos de tres espejos unidos principalmente para lograr el efecto visual en sus impresiones.
A comparación de muchos artistas de la época, las abstracciones de Coburn sobresalían al expresar de manera hermosa los elementos de enfoque nítido, suave blanco y negro, gamas de grises, en equilibrio de yuxtaposiciones, construyendo con ellas fotografías abstractas completamente agradables.
Vemos pues que revisar los orígenes de la fotografía abstracta no es complicado, aunque para algunos incursionar en la abstracción paisajística pudiera resultar todo un reto. Creo que existen grandes oportunidades que nos brinda la naturaleza para proyectar formas abstractas. Implementando las cualidades de los colores y de la luz en su momento, la cual puede producir interesantes siluetas, contrastes, reflejos o efectos sobre la superficie, a través de formaciones rocosas, vegetación, hielo o el movimiento en el agua.
En conclusión, para hallar nuestro propio estilo en la fotografía de paisajes abstractos es fundamental la imaginación y la práctica. Esto nos convertirá en fotógrafos expertos.
Es un artículo estimulante a buscar nuevas miradas. A explorar nuevas formas..