Estoy obsesionada con los puntos desde niña…

…recuerdo el momento exacto en mi vida cuando comencé con el puntillismo, estaba en mi habitación jugando con papel de forma circular que había reciclado algún tiempo atrás.

El puntillismo me relaja, es como una terapia antiestrés. Poco a poco voy conociendo la relación que hay entre la velocidad, las texturas, los colores y superficie. A veces pierdo la noción del tiempo al estar tan sumergida en el proceso.

El puntillismo para mi es libertad, no existen patrones a menos que esté realizando una figura en concreto, como en el caso del puntillismo en papel.

Con la serie de “Los cochinos” los colores me guían en la yuxtaposición, no existe un patrón definido.
Me encanta probar con distintas maneras en las que puedo utilizar puntos simples combinando los colores. Para mí el puntillismo es dinámico, transmite constante movimiento visual para el espectador. Como resultado, cada obra es una manifestación de mi personalidad, alegre, fuerte y llena de energía ilimitada.

Familia tendida

En uno de los cuartos superiores de la casa hay un armario repleto de cajas. Son más de veinte cajones llenos de álbumes fotográficos, una que otra foto, notas sueltas y recortes de prensa yacen dentro de estas cajas, posiblemente por haber perdido su pegamento, rebelándose a ser reubicadas o etiquetadas. Son momentos cotidianos; bautizos, paseos familiares…