Luisa y Walter Jr. Foto: Walter Pupo (1975)

Vínculo de las emociones y la fotografía

¿Quién dijo que no podemos viajar al pasado? Hace unos días, mi padre me encomendó la labor de hurgar en el patrimonio familiar: los álbumes. Me pide buscar una foto específica de mi mamá con uno de mis hermanos en sus brazos, luego cambia de idea y opta por solicitar todas donde aparezca ella. Por supuesto, cumplí exitosamente con mi tarea, pero he quedado hecha todo un revoltijo de emociones al ver tantos bellos recuerdos.

Inclusive, el profesor de Edición Fotográfica de mi hijo le asignó un proyecto. Debe crear una serie fotográfica, donde los sentimientos y distintos estados de ánimo experimentados durante el inicio de la cuarentena sean los protagonistas. Por lo general, para algunos jóvenes abrirse y manifestar sus emociones resulta todo un desafío, imaginen expresarlas por medio de la fotografía. ¿Puede la fotografía estar desprovista de emociones y cumplir con su objetivo?

Foto: @rpupophoto

Al mismo tiempo, el hijo de un excompañero de trabajo, publica en la popular red social de fotografía, un collage de sus padres cuando se casaron hace cincuenta años y con orgullo comenta que están de aniversario. ¿Por qué son tan importantes las emociones en la fotografía? y ¿Qué elementos son claves para la conexión emocional con el espectador?

Ahora bien, dudo mucho que el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce con más de ocho horas intentando registrar “Vista desde la ventana en Le Gras” (1826-1827) estuviera pensando cómo transmitir sus emociones a los millones de espectadores que por siglos han observado esta imagen borrosa y con grano. Sin embargo, hay que destacar que, al crear la primera imagen permanente, dio origen a experimentos que posteriormente permitió grabar el mundo a la perfección. Sin la fotografía, muchos estilos de artes, como el cine y la Internet no existirían y estarían tan presente en cada persona. Así lo expresa el escritor y artista británico David Campany “A través de los medios de comunicación y el aficionado, fue la fotografía la que se apoderó de lo cotidiano”.

Joseph Nicéphore Niépce “Vista desde la ventana en Le Gras” (1826-1827)

Sin duda alguna, para que una fotografía sea exitosa debe conectar con el espectador. Algunos factores de por sí ya están explícitos al fotografiar, pueden ser emociones positivas o negativas, reales o escenificadas. ¿De qué manera deben estar hechas las fotografías en situaciones de dolor? Según el fotoperiodista colombiano Jesús Abad Colorado “Las fotografías en situaciones de dolor deben generar reflexión”, comentario que realizó durante el conversatorio virtual ofrecido la semana pasada por el Foto club Universitario de Popayán a propósito de la película documental “El Testigo”, la cual recomiendo que vean.

Entonces, ¿Cómo transmitir las emociones reales que sentimos y ser conscientes de lo poderosas que pueden ser, hasta para nosotros mismos? Una de las fotografías emblemática y cuestionada hasta nuestros días, es el retrato de Kevin Carter “Sudán” (1993) donde un pequeño niño desnutrido es amenazado por un buitre. Es una fotografía que muestra una escena devastada por la hambruna. En el encuadre que realiza Carter, los dos elementos principales: el ave, al acecho y el niño, impidiendo la muerte. Esta imagen fue publicada en The New York Times el 26 de marzo de 1993, seguidamente Carter es reconocido con el premio Pulitzer de Fotografía ese mismo año. Aunque en otro sentido, después de asentir que no sabía qué pasó con el niño Carter fue criticado fuertemente en cuanto a la ética del fotoperiodista. Como consecuencia, Carter cae en depresión y se suicida.

Kevin Carter “Sudán” (1993)

Nuevamente, el poder de la fotografía queda en evidencia. Ejemplo, el retrato de John Lennon y Yoko Ono (1980) de Annie Leibovitz. Es una de las mejores imágenes de celebridades, que muestra la verdadera personalidad de la fama. Leibovitz fue contratada por la revista Rolling Stone para retratar al cantante, sin embargo, ella decide incluir en la sesión fotográfica a Ono por ser una de las relaciones mejor conocida de la época. Esta imagen icónica muestra a Lennon desnudo, abrazando a Yoko que está vestida y con su largo cabello negro extendido, transmitiendo como si estuvieran volando, él la besa tiernamente. Una imagen emblemática de la devoción. Cinco horas más tarde, Lennon es asesinado por un fanático quien le dispara a quemarropa.

John Lennon y Yoko Ono (1980) de Annie Leibovitz

En definitiva, durante la historia de la fotografía hay infinidades de ejemplos que nos muestran el existente vínculo de nuestras emociones con las imágenes que capturamos. Ya sea desde lo más cotidiano e íntimo: la alegría de un cumpleaños, lo especial de una boda o un bautizo, los paseos o pequeños momentos familiares o entre amigos. O, todo lo contrario, donde el profesionalismo y la ética van de la mano, una historia que llegue al espectador, lejos de una foto utilitaria donde no surgirá ninguna emoción. Una fotografía eternamente actúa como un poderoso disparador de nuestra memoria emocional. Sea cual sea el motivo capturado, recordará en nosotros las emociones del momento como fotógrafo.

¿Qué imagen recuerdas haber visto y que te haya emocionado?

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