Seguramente todos hemos visto la película Fragmentado, en donde Kevin Wendell Crumb personificado por el actor James McAvoy representa a una persona con trastorno de personalidad múltiple. Ahora, se estarán preguntando, ¿Qué tiene que ver esa película con la fotografía?, ¿Será que una de esas personalidades es un fotógrafo? Pues, lamentablemente no. No hay fotógrafo en este filme. Por los momentos, no es mi intención hacer hoy un análisis de la misma, sino que traigo a colación este pasaje por la personalidad número 24 que representa James McAvoy como La Bestia. Cada vez que aparece, Kevin adopta un comportamiento sobrenatural, posee mucha fuerza y agilidad, tiene la capacidad de trepar por las paredes y doblar barrotes.
Y es que así estamos muchos ahora, con el cumplimiento obligatorio y necesario de resguardarnos en nuestros hogares durante esta cuarentena. Es posible, que mentalmente estemos trepándonos por las paredes y techos producto de la ansiedad y encierro en casa. Por supuesto, esta situación ha perjudicado a muchas personas y a los distintos sectores mundialmente.
La semana pasada escribí un poco de cómo el coronavirus, ha afectado especialmente a la fotografía. En su totalidad, se han cancelado y reprogramado eventos culturales, exposiciones, conversatorios, ferias, concursos, bautizos de libros, entre otros. Hasta mi programa de radio Diafragma5.6 Radio transmitido por Radio Caracas Radio, lo he tenido que posponer debido a la falta de personal técnico.
También hay que reconocer la creatividad que muchos fotógrafos poseen. Por redes sociales, he visto que publican un registro fotográfico de “sus encierros”. Igualmente, me sorprendió gratamente leer sobre un concurso “Cuarentena Estenopeica” en el cual se invita a participar realizando una fotografía desde la ventana donde llevas el confinamiento. Sin olvidar, la gran labor de los fotoperiodistas que nos informan a través de sus imágenes el acontecer mundial.
Si usted es fotógrafo es una persona creativa. Posiblemente unos más que otros, la creatividad es una práctica tal cual deporte diario que se debe realizar. Según el psicólogo estadounidense Ellis Paul Torrance, la creatividad es “un proceso que vuelve a alguien sensible a los problemas, deficiencias, grietas o lagunas en los conocimientos y lo lleva a identificar dificultades, buscar soluciones, hacer especulaciones o formular hipótesis, aprobar y comprobar estas hipótesis, a modificarlas si es necesario además de comunicar los resultados”.
No somos los primeros, pero tampoco los últimos. Tal cual menciona Torrance, esta situación por las que estamos pasando es una oportunidad para plantearnos retos que a su vez nos harán más intuitivos, perspicaces y creativos. Buscar las posibilidades en nuestros entornos de encierro, nos permite ver más allá de lo que muchas veces, dejábamos pasar producto de la rutina. Comience a buscar otras cosas en la cueva que habita. Como observadores, debemos hacer un esfuerzo adicional y explorar. Algunos temas y alternativas donde poner la creatividad a volar: un rayo de luz sobre la pared, el concepto en las distintas formas de los objetos que utilizamos en casa, los niños, nuestras mascotas, los alimentos que preparamos.
Su confinamiento seguro y cómodo, lo empujará a romper las reglas internas en sus estilos fotográficos y a tener una mentalidad abierta, la curiosidad fortalecerá los valores y la producción creativa. Estar encerrado por tanto tiempo es la oportunidad que conlleva a tener un enfoque altamente creativo de algo y romper con los paradigmas básicos que pudiéramos poseer por la normalidad de la situación en los entornos. Con toda razón y en el abordaje de la creatividad en la existencia humana, el psicólogo estadounidense Frank Barron dice que “la creatividad es la habilidad del ser humano a traer algo nuevo a su existencia”.
Deja volar tu creatividad a veces no es asertivo. Aunque suene paradójico, la creatividad tiene sus límites. No queremos hacer una mezcla de géneros fotográficos que no transmitan absolutamente nada. Es importante plantearnos un límite a la hora de trabajar, escuchar nuestro subconsciente y, saber cuándo hacer una pausa compositiva y replantearnos el proyecto. Pero no dejes de fotografiar. Esto ayudará a encontrar la musa perdida y nuevas ideas que aporten significado a tu obra. La calidad de una fotografía radica en la riqueza de los detalles que hay en ella.
Ser competitivo, replantearte retos, trabajando tenazmente y superarte a ti mismo será la recompensa final en tus maravillosas fotografías. Esto determinará cuán inteligentes y creativos somos. Posiblemente a futuro veremos, ese esfuerzo en una muestra fotográfica o seguramente en tu futuro libro, mostrando lo increíblemente y poderosos que somos creando en confinamiento. Sólo nos queda aceptar el desafío y continuar enfocándonos por mejorar los defectos y debilidades en tus fotos. Trepar por las paredes y doblar barrotes se lo dejamos a la ficción.