Hace unos días mientras circulaba por Caracas, escuchaba en un programa de radio, como el conductor del mismo celebraba el interés que su hijo pequeño estaba manifestando alrededor del tema de la fotografía. El pequeño había sido alcanzado por ese “gusanillo” que le motivaba a portar una sencilla cámara digital y a captar imágenes que le eran de su atención. Como fotógrafa no pude menos que alegrarme al saber que teníamos un niño entusiasta que se sumaba a quienes de diversas edades practican esta actividad. Y es que imaginar unas pequeñas manos manipulando una cámara fotográfica, es la ratificación de la amplia variedad de motivaciones que logran cada año, generar millones de fotografías alrededor del mundo.
No creo que sea una coincidencia que, en Venezuela desde hace ya varios meses, se observe un movimiento alrededor de la fotografía cada vez más intenso. No se trata solamente de las actividades relacionadas con los profesionales tradicionales. Es ahora común evidenciar en diversas ciudades, como los ciudadanos hacen de la fotografía una válida opción, para minimizar los impactos de los riesgos psicosociales. En un ambiente donde el estrés, las angustias, la depresión son casi constantes, se hace necesario considerar entre otras, actividades que fomenten la creatividad, el compartir en familia, las actividades culturales y el recorrido de zonas que nos pudieran ser familiares para observarlas ahora con la mirada del fotógrafo.
Existen también aquellos que hacen de la fotografía una herramienta que facilita su trabajo diario y contribuye al alcance de los objetivos que se trazan. Por ejemplo, los profesionales de la ingeniería y la arquitectura, son unos de los más frecuentes usuarios de las cámaras para evidenciar el avance de sus obras y proyectos. Por otra parte, para algunos funcionarios policiales la fotografía es de carácter obligatorio como parte del registro de evidencias ante la ocurrencia de un delito. Quienes desarrollan investigaciones de seguridad y salud laboral, toman fotografías que les permiten analizar desde condiciones ambientales inseguras, hasta malas posturas en puestos de trabajo generadoras de riesgos disergonómicos.
La aplicación en las áreas científicas ha sido y es cada vez más frecuente. Numerosos centros de salud mantienen archivos fotográficos, donde se registra la evolución de enfermedades, los cuales servirán de apoyo tanto a estudiantes como a especialistas para la atención de pacientes. Algunos profesionales de la medicina, ya logran realizar acertados diagnósticos en algunos casos, con simplemente recibir imágenes tomadas con las cámaras de los teléfonos inteligentes de sus pacientes o colegas. El reconocido concurso anual Nikon Small World está dirigido según lo menciona Eric Flem, Gerente de Comunicaciones de Nikon Instruments, “a mostrar al mundo como se cruzan el arte y la ciencia”. En su versión número 45, la imagen ganadora fue la de un embrión de tortuga fluorescente, la que para ser obtenida requirió de paciencia, conocimientos científicos específicos, amplio dominio de técnicas de microfotografía y fluorescencia. Y no sólo se trata de captar lo microscópico, sino de disfrutar las imágenes de la inmensidad del universo. El 24 de abril de 1990, se puso en órbita el telescopio espacial Hubble, como parte de un proyecto conjunto entre la Agencia Espacial Europea y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). Este impresionante telescopio de poco más de 11 toneladas, no sólo se ha convertido en un medio de exploración, sino que genera numerosas imágenes del universo. Parte de este interesantísimo archivo ha sido publicado por National Geographic e incluso está disponible en el website de su versión en español.
Existen profesionales de la fotografía que se han especializado en la toma de imágenes como medio de apoyo en actividades comerciales. Por ejemplo, para la industria de los alimentos, es fundamental contar con fotografías que, en casos llaman la atención sobre la calidad de sus productos o en otros, crean la necesidad de consumirlos. Famosas cadenas de restaurantes internacionales tienen entre sus recursos humanos a fotógrafos, que dominan técnicas para por medio de los colores y la iluminación, entre otros, presentar como irresistibles desde las sencillas hamburguesas, hasta exóticas carnes o refrescantes bebidas. Así mismo, las compras por internet serían imposibles en la mayoría de los casos, si no incluyeran fotografías que orientaran al cliente sobre el producto que desea adquirir. Prendas de vestir, mobiliarios, equipos de oficina e incluso inmuebles, son ofertados apoyándose en fotos que destacan sus ventajas competitivas.
Las motivaciones para fotografiar son múltiples y desde las más sencillas hasta las más complejas, buscan satisfacer las necesidades de quien toma las imágenes. El arte, la ciencia, el comercio o el simple ocio tendrán por mucho tiempo en la fotografía un aliado con el que dejar huellas perdurables en el tiempo.