“El archivo de El Nacional está resguardado y fuera de las instalaciones. Perdimos bienes materiales, no perdimos historia”, fueron las palabras de Ana Isabel Otero ante la preocupación de muchos, incluyéndome, sobre la medida de embargo de la sede del diario El Nacional. Fue fundado en 1941 por Miguel Otero Silva, padre del actual editor, uno de los grandes maestros de la literatura en el país, Premio Nacional de Literatura de Venezuela 1956. Imaginen la cantidad de historia que alberga en sus archivos este medio de comunicación tan importante de nuestra prensa venezolana.
“El archivo de El Nacional está resguardado y fuera de las instalaciones. Perdimos bienes materiales, no perdimos historia”
Ana Isabel Otero
Hemos nacido con El Nacional, sin duda alguna podemos recordar todo su contenido de producción; en las extensas páginas impresas y gruesos cuerpos de información. Además, tuve el privilegio de visitar sus instalaciones, en especial el archivo y, a pesar de ser un espacio pequeño, constaté el valor que aplican en preservar su contenido. En comparación a El Nacional, son pocas las organizaciones de noticias en poseer la mentalidad de proporcionar un guardado sistemático de lo que produce. ¿Por qué algunos medios de comunicación no toman medidas de protección o estrategias para garantizar el contenido de sus archivos?, y ¿Por qué percibo que los archivos de los periódicos no son prioridad para las personas que dirigen organizaciones de noticias?
En algunos casos, se subestima el periodismo “con raíces en el tiempo” por parte de los responsables en dirigir dichos medios, pues su atención se centra en las noticias; en el ahora. Por lo tanto, su enfoque en contenido de archivo está muy lejos de ser considerado de preferencia en sus agendas, olvidando así que el periodismo “con raíces en el tiempo” es la conexión con acontecimientos posteriores. El fotógrafo y escritor Christopher Paul Flateau lo expresa así; “Hay momentos en los que uno está con su cámara y aparecen cosas hermosas y mágicas. No las dejes pasar porque hay que compartirlas con el ahora y el mañana”.
¿Para qué sirve un archivo? Los archivos de los periódicos, nos permiten interconectar con eventos de ahora con los anteriores. No es preciso ser un erudito en la materia, aún más cuando se desea preservar la memoria histórica del país. Y es que, desde pequeños hemos visto esta actividad en nuestros hogares, a través de la manera en como nuestros padres “archivaban” las fotografías en los álbumes familiares. Estuve a cargo por más de 22 años de un archivo en un medio impreso y sé lo importante que son.
Por lo general, cuando se aborda el tema sobre archivos, para algunos es motivo de debate sobre importancia y prioridades. Es habitual que algunas personas al hablar de archivos, su primera impresión sea un lugar desordenado, lleno de polvo y oscuro. Pero es todo lo contrario, un archivo, indistintamente sea su contenido, se caracteriza en el orden y la accesibilidad. Quien me conoce, sabe que mi lema en estos casos es “Si tomaste algo, colócalo en el mismo lugar”. Un documento mal archivado es posiblemente un documento perdido.
Para mí, los archivos son un universo de conocimientos, vaya usted a saber cuánto se puede aprender a través de ellos. Los archivos no son lugares colmados de polvo, todo lo contrario. La limpieza, el orden y la accesibilidad son especialmente las palabras claves. Con mucho poder, son las palabras de la escritora estadounidense Anne Rice, “Todos hoy tienen una historia; el mundo es un archivo”. Solamente piense en la importancia que significan los archivos para los investigadores.
Inclusive, esa memoria histórica que habita en los archivos de los periódicos lamentablemente ha sido descuidada, dejando el material impreso sin digitalizar, permitiendo así que el contenido más antiguo sea menos accesible y con el riesgo de perderse por las distintas condiciones de conservación que pudiera afectar. El que quiere conservar lo hace como sea, esto lo he experimentado en lo personal. También en visita a otros medios impresos, al observar la iniciativa de los propios empleados, con la carencia de equipos específicos de digitalización de material fotográfico, han diseñado aparatos rudimentarios con el propósito de digitalizar sus contenidos. Por supuesto, el resultado final no es el más óptimo, pero sí es una importante referencia de consulta de investigación.
De la misma forma, los profesionales de la noticia; en especial periodistas y fotógrafos, lamentan cuando el material informativo no es conservado. Son ellos, quienes también se han unido en conservar sus propios archivos.
En definitiva, la relación cambiante del periodismo con el tiempo no debe ser motivo o excusa para no preservar la memoria histórica de nuestro país. Los archivos son recintos fundamentales con nuestra relación con el tiempo y para las sucesivas generaciones que puedan arraigar su identidad con el pasado y el presente. La tecnología avanza y nosotros debemos estar a la par, no permitir que los archivos mueran en el olvido, debemos proteger el pasado para el futuro.