En este momento, cuando todos nos resguardarnos en nuestros hogares producto de la pandemia del coronavirus, podemos tomarnos un poco más de tiempo para leer los portales informativos y ver con detenimiento las redes sociales y la cantidad de imágenes que se comparten relacionadas con el tema del momento, que está afectando a todos y a niveles impresionantes, causando una preocupación general, lo cual afecta también a muchas empresas mundialmente.
Cuando China informó por primera vez el brote de este virus, para ese entonces, no causó mucha preocupación para el resto del mundo, hasta que los epidemiólogos comunicaron las alertas de crecimiento y transmisión rápida. La economía mundial se encuentra en el umbral de una recesión y los especialistas sobre el tema económico y bursátil ya hablan de los fuertes impactos financieros para muchas empresas.
Por supuesto, la fotografía no está exenta de verse afectada. Aunque muchos consideren que la fotografía es una ostentación más que una necesidad, su requerimiento se verá afectado, disminuirá la demanda e ingresos para muchos fotógrafos. Profesionales con una marca ya consagrada y con una lista de clientes fijos quizás no se verían muy afectados, pero no sería inteligente quedarse con esta idea y sentirse seguro que “a mí no me pasará”. Como empresa, es necesario ser visionario, al reducir costos y prepararse para una recesión transitoria de los ingresos.
Una de las grandes marcas en el mundo fotográfico anunció el retraso en unos de sus modelos de cámaras, la Nikon D6. Menciona en su sitio web: “Después de los retrasos en la adquisición de piezas y componentes de una empresa cooperante de terceros (China) y debido a las medidas implementadas en respuesta a la propagación de COVID-19, el lanzamiento de la nueva cámara digital SLR Nikon D6 full frame, inicialmente programado para marzo de 2020, se retrasará”.
A modo independiente, los fotógrafos de eventos sociales; bodas, cumpleaños, graduaciones escolares, se verán afectados por cancelar y prorrogar su agenda y como consecuencia sus presupuestos estarán reducidos. Inclusive, ningún profesional en este ámbito escapa del coronavirus, los fotógrafos retratistas como de recién nacidos y amantes de la fotografía callejera les tocará quedarse en casa pues no debe haber acercamientos ni contacto humano, vemos pues como las relaciones laborales y sociales también les toca.
Ahora que estamos aprendiendo a cómo saludar y relacionarnos, no puedo dejar de pensar en las importantes escuelas de fotografía, en todas aquellas exposiciones nacionales e internacionales que aguardan por ser vistas, las exhibiciones por ser inauguradas que tuvieron que cancelar, así como los conversatorios y presentaciones de nuevos proyectos y libros fotográficos. Los recorridos por la ciudad y el cómo abordamos a los ciudadanos para la entrevista, en el caso de los fotoperiodistas, se deberá hacer bajo estricto sentido de responsabilidad y ningún contacto físico.
Los reporteros gráficos, son los que están en mayor riesgo, por lo que es importante tomarse un tiempo para lavarse las manos, limpiar las cámaras fotográficas que usamos en la calle, protegernos con mascarillas si vamos a cubrir casos relacionados con temas de salud y en especial, donde se encuentren personas contagiadas con el virus.
Pero como dice un dicho, “en tiempo de crisis unos lloran y otros venden pañuelos”, usted puede decidir qué hacer durante estos tiempos de confinamiento hogareño. Engordarse el cerebro con la programación de Netflix o romperse el “coco” con la lectura y planificar futuros proyectos fotográficos. Y es que la lectura es fundamental, y no me refiero únicamente a la visual. En algunos casos carecemos de una buena lectura, donde podamos escribir un buen texto relacionado con nuestro trabajo. Solo es necesario voluntad y deseo, llevar esa pasión que sentimos en la práctica fotográfica al texto.
Además, si posee una página web, es ideal la oportunidad para que le dedique el tiempo que requiera y con calma para actualizar su contenido, aquél que aún no ha podido terminar. También podría mejorar sus conocimientos y habilidades con las redes sociales. Siempre recomiendo conservar nuestros álbumes fotográficos familiares, aproveche este momento para compartir entre los suyos esas fotos antiguas, obsérvelas y detalle todo lo que hay en ellas. Estoy segura que se llevarán muchas sorpresas agradables.
Por otra parte, hay muchos portales por la Internet donde vender sus fotografías y tutoriales para documentarse. De hecho, recuerdo haber entrevistado en el programa de radio al fotógrafo venezolano Eugenio Opitz, experto en fotografía de Stock.
En conclusión, la fotografía es creatividad. No se quedé lamentándose por las implicaciones y consecuencias que nos ha traído esta situación con el coronavirus. Es momento de mantener la calma y que se active y retome los proyectos que ha tenido congelados, quién sabe si ese es el proyecto que prospere en el futuro de su economía.
Es muy cierto esta situación ha afectado el ritmo de vida de todos, pero también nos ha llevado a desarrollar historias relacionadas con este fenómeno.