La pandemia del COVID-19, ha afectado no sólo a la humanidad globalmente, sino que también el medio ambiente se ha visto involucrado. Desde el comienzo y hasta los momentos, es fundamental mantener las medidas de prevención, aplicando el distanciamiento físico, usar protección; como mascarillas y lavarse las manos. El COVID, conlleva a que muchas personas nos viéramos afectadas desde distintas maneras, sobre todo, directamente con nuestros familiares y amigos, pues deseábamos encontrarnos, reunirnos y compartir como siempre lo habíamos estado haciendo.
Sin embargo, esta situación no sólo ha cruzado las fronteras físicas y globales, sino también a afectado nuestros límites de razonamiento y sentimientos, por mencionar algunos, la muerte; un tema que nos cuesta y nunca aceptaremos. No obstante, cuando lamentablemente sucede, como humanos nos unimos para apoyar y dar consuelo a los afectados. Desde entonces, la pandemia comenzó a golpearnos tan fuerte, que la muerte se transformó mucho más dolorosa y solitaria, al no poder despedir a nuestros seres queridos como quisiéramos.
Personas comenzaron a ver en la fotografía, una plataforma de documentación y apoyo, recurriendo a esta maravillosa fuente de magia, así comienzan a registrar de una manera introspectiva “su mundo”, reflejando miedos, angustias e incertidumbres en historias de la cotidianidad del encierro. De esta manera, pudimos observar que no estábamos solos en situación y temores, sino que era un sentimiento universal que nos afligía.
Sobre esto nos habla la escritora norteamericana Susie Linfield, al decir que “Las fotografías sobresalen, más que cualquier otra forma de arte o periodismo, al ofrecer una conexión inmediata y visceralmente emocional con el mundo … pasamos a las fotografías … para echar un vistazo a cómo se ve la crueldad, la extrañeza, la belleza, la agonía, el amor, la enfermedad, la maravilla natural, la creación artística o la violencia depravada”.
En la actualidad, la fotografía ha favorecido a que la sensibilidad y la humanidad se unan nuevamente, estableciendo un vínculo ante y durante esta dificultad global. La fotografía resalta la conexión entre las cosas y las personas, dejando a un lado el individualismo. Desde el aspecto periodístico, profesionales de la lente se sumergieron en el desafío de encontrar y narrar historias, sobre esta crisis colectiva, de una manera tal que fuesen atractivas e interesantes no solo para el público lector, sino que, a su vez llamara la atención de los editores de los medios respectivos para que fuesen publicadas.
Evidencia de esto es, el concurso anual World Press Photo Foundation, ente encargado de premiar lo mejor del periodismo. El pasado 15 de abril, dio a conocer a los ganadores del concurso de fotografía de prensa de 2021. Es de gran interés y reconocimiento internacional como una organización independiente y sin fines de lucro, considerado el mayor y más prestigioso concurso anual de fotoperiodismo.
Los ganadores en las ocho categorías: temas contemporáneos, medio ambiente, noticias generales, proyectos a largo plazo, naturaleza, retratos, deportes y noticias de actualidad, corresponden a 45 fotógrafos de 28 países.
Subrayo la foto que más impacto tuvo en mí, “El primer abrazo” en la categoría Noticias generales, del fotógrafo Mads Nissen. Observamos a Rosa Luzia Lunardi abrazada por la enfermera Adriana Silva da Costa, en hecho sucede en la residencia de ancianos Viva Bem, Brasil. Este fue el primer abrazo que recibe Rosa en cinco meses. Considera Nissen, sobre la fotografía “tiene que ver con la empatía: crear comprensión, cercanía e intimidad”. Y es lo que percibo con “El primer abrazo”, dos mujeres abrazándose a través de una cortina de plástico que las separa. Ahmed Najm, miembro del jurado y director gerente de Metrography Agency, sobre la imagen ganadora, “Veo esta foto como una de las raras fotos positivas sobre la era COVID-19. Es una escena simbólica que transmite el esfuerzo que hicieron los trabajadores de primera línea y las dificultades que experimentaron. El fotógrafo tenía que estar en el lugar correcto en el momento correcto”, dijo.
En más de un año de pandemia, me atrevo a concluir y enfatizar en el importante papel que ha tenido la fotografía, en documentar el impacto del coronavirus en la humanidad desde los distintos ámbitos. La cobertura metodológica de este evento, capturada por la lente fotográfica, desde fotoperiodistas quienes continúan su labor diariamente, así como también los trabajadores de la salud quienes registran hasta el sol de hoy esta calamidad, sin dejar a un lado a cada persona que comparte su trozo de realidad con esta pandemia. No es exclusividad en comunicar de los medios, todo lo contrario, son ellos los que requieren de la participación del ciudadano común, como fuente de información, para llenar sus páginas de la experiencia personal a través del trabajo del público en general.