A lo largo de la carrera profesional se desarrollan actividades que permiten interactuar con colegas y poder intercambiar puntos de vista sobre diversos temas. Esas relaciones con frecuencia pueden dejar en los que participan un valor agregado fruto del conocimiento y las experiencias compartidas. El pasado sábado 22 de agosto en el marco de mi programa “Diafragma 5.6 Radio”, realicé una entrevista muy especial con motivo al “Día Mundial de la Fotografía”.
Tuve la oportunidad de conversar con quien es indudablemente, uno de los más importantes profesionales de la fotografía que hacen vida en nuestro país, Paolo Gasparini.
Paolo Gasparini nació en 1934 en la ciudad de Gorizia, capital de la provincia del mismo nombre, ubicada en la región del Friuli-Venecia Julia, Italia. A sus 86 años mantiene intacta su pasión por la fotografía, un dinamismo y buen humor que muchos jóvenes envidiarían. Vivió en varios países y en diversas épocas, lo que le ha permitido crecer como ser humano y a la vez, experimentar situaciones que ha plasmado en su numerosa obra fotográfica.
Sus primeros contactos con las imágenes las tuvo en Italia apenas terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando observó las películas que el ejército americano proyectaba en su ciudad natal. La fotografía de películas de Paul Strand y la fotografía documental terminan de atraparlo. Él considera que se inició como fotógrafo después de haber visto un baúl de fotos que le fuera compartido por un militar en una cueva cerca de Gorizia. Se trataba de una especie de archivo con imágenes de la guerra que recién acababa de terminar.
Antes de los 21 años llega a Caracas donde ya se encontraba el que luego sería un reconocido arquitecto, restaurador, historiador de la arquitectura y pintor, su hermano Graziano.
Graziano Gasparini no sólo fue un facilitador de las actividades fotográficas de Paolo en Venezuela, al relacionarlo con el gremio de la arquitectura, sino que ya antes, le había regalado una cámara Leica con la que haría sus primeras fotos, inicio de una carrera de ya 69 años.
Hoy día y con justa razón, Paolo siente no haber perdido el tiempo, afirmación que los hechos ratifican. Ha sido autor de numerosos libros que van desde “América Latina a través de su arquitectura” (1977), hasta su última producción “Andata e ritorno” (2019), una publicación trilingüe (español, italiano, inglés), de 80 páginas, realizada con “La Cueva. Casa editorial”. Se trata de una biografía en imágenes del propio autor que comienza en la dureza de la posguerra italiana en la región fronteriza del Friuli.
Recorrió buena parte de América a finales de la década de los sesenta cuando desarrolló un registro de la arquitectura del continente para la UNESCO. Sus obras han formado parte de exposiciones en Estados Unidos, Italia, Cuba, Brasil, Alemania, Francia y México. También ha incursionado con éxito en la producción audiovisual, lo que ha sido objeto de numerosos reconocimientos. En 1993 recibe el “Premio Nacional de Fotografía” (Venezuela), que se suma a otros premios que van desde el de “Contribuciones al Neorrealismo”, revista Cinema Novo, Italia (1953), la “Medalla de plata, XV Encuentro Internacional de la Fotografía de Arles, Francia (1984) o el “Primer premio, Utópolis. La ciudad 2001″, Galería de Arte Nacional, entre otros.
Una pregunta que no podía dejar de hacerle es que siendo Paolo Gasparini una referencia en la fotografía, ¿cuáles son sus referentes?, a lo que respondió con varios nombres de quienes considera que, de una manera u otra, lo inspiraron y enriquecieron como fotógrafo: Paul Strand, Martin Carter, Walker Evans, Robert Frank, William Klein, Nacho López, Manuel Álvarez Bravo y Sergio Larrain.
Paolo Gasparini define a los fotógrafos y por ende así mismo como alguien que debe tener conocimiento, que debe estar comprometido con la profesión, con el presente, sus problemas y con el futuro. La fotografía para él no es sólo color cuando hay colores, ni blanco y negro cuando hay escalas de grises, la fotografía son ideas que se expresan a través de las imágenes, las ideologías, lo que uno piensa, lo que uno siente, lo que uno protesta.
Gasparini resalta que “el archivo fotográfico se convierte en el depósito de todos los recuerdos, de todo lo que se ha vivido, de todas las actividades. El archivo es la columna vertebral del trabajo de todos los fotógrafos”. Su “heredera de imágenes” es su pequeña hija Sofía, la que espera se haga cargo de su archivo fotográfico para que puedan ser observadas por futuras generaciones.
Aunque por lo general, queda siempre la percepción que en la radio “el tiempo vuela”, en este caso puede decirse que todo para mí fue un abrir y cerrar de ojos, que dejó, como ambos coincidimos, aún mucho por conversar.
Los invito a deleitarse de esta entrevista con Paolo, fotógrafo que ha documentado gran parte la historia de nuestro país y Latinoamérica, disponible en el canal de YouTube del programa “Diafragma 5.6 Radio”. La disfrutarán tanto como yo.
Felicitaciones, muy buena
entrevista.
Admiradora eterna del trabajo genial del fotógrafo Gasparini.
Gracias por su trabajo hermoso.