Personas alrededor del mundo están sufriendo y muriendo a consecuencia de problemas de diversas naturalezas que impactan a la sociedad; como el hambre, el racismo, las guerras, la contaminación, la salud, las enfermedades, la pobreza, el agua y la electricidad, por mencionar algunos. Pero, ¿Puede una simple selfie provocar la muerte? Sería ilógico pensar que realizar una foto podría convertirse en una causa de fallecimiento, sumándose a los problemas de la sociedad en todo el mundo.
Ciertos estudios han analizado los fatales accidentes provocados por hacer autorretratos con teléfonos celulares o cámaras fotográficas, bajo condiciones de riesgo que no pueden menos que calificarse de temerarias y en algunos casos irresponsables. No sólo se han expuesto así mismo los autores de estas fotografías con consecuencias lamentables, sino que en oportunidades a quienes los acompañan o por causas fortuitas se encontraban a su alrededor.
En primer lugar, existe un evidente impacto a la integridad física del individuo, pero también se generan riesgos sicosociales en quienes son testigos presenciales en el momento del hecho, y entre quienes observan el accidente debido a la divulgación de fotos y videos en redes sociales. Aquí cabe destacar el negativo impacto que tiene especialmente entre niños, adultos mayores y otras personas emocionalmente vulnerables, la propagación irresponsable de estos materiales, acción incluso que caracteriza a ciertos medios de comunicación amarillistas. Definitivamente existen recursos alternos de bajo impacto negativo y de alta efectividad, que permiten crear una conciencia preventiva entre quienes gustan de la fotografía.
Es impensable imaginarse hoy la vida sin la fotografía, estamos hechos de imágenes y están expuestas en cualquier tipo de fuente audiovisual o impreso. Como tecnología nació para registrar el tiempo y mantenerlo vigente. Pero pareciera que ciertas tendencias, aunque claramente tóxicas tienen el poder de influir en las personas a un nivel tal que, ponen en segundo plano el valor de la vida para darle mayor importancia a la popularidad o la necesidad de hacer algo que destaque y que de ser posible, se haga conocer a la mayor brevedad aprovechando la inmediatez que caracteriza a un grupo considerable de la población a nivel mundial.
En sí el selfie como estilo de toma fotográfica no es el problema, ya que hay numerosos ejemplos de obras que no sólo son típicas de aficionados que desean plasmar un recuerdo familiar, sino que incluso hay quienes han logrado imágenes que sin duda podrían clasificarse de artísticas. Un ejemplo de este último caso es el del reconocido fotógrafo venezolano Vasco Szinetar, quien a través de los años ha conformado un valioso portafolio con retratos de sí mismo, acompañado de destacadas personalidades de variadas disciplinas en diversas partes del mundo.
Quizá por tratarse de una práctica que se ha intensificado recientemente, no existen muchos datos que permitan cuantificar las consecuencias. Cuando se efectúan investigaciones se pueden conseguir cifras que llaman a la reflexión y a la acción. A nivel mundial entre el 2011 y el 2017 al menos 259 personas habían muerto mientras se tomaban una selfie. La India se encontraba en primer lugar con 159 fallecidos, seguida de Rusia, Estados Unidos y Paquistán.
Lo que podría llamarse un particular riesgo contemporáneo ha generado varias iniciativas. En Rusia, por ejemplo, la policía de ese país publicó una guía titulada “Selfies sin peligro”, la cual busca dar a conocer entre la población medidas preventivas que minimicen los casos fatales. En la ciudad de Bombay, India, se han establecido “zonas libres de selfies” y en Croacia los rescatistas mantienen campañas de concientización dirigidas especialmente hacia los visitantes de zonas montañosas. Destaca la propuesta del movimiento #SelfieToDieFor (sefie para morir), el cual es un concepto orientado hacia los jóvenes y especialmente a los millennials, diseñado como “una campaña educativa de concientización pública dirigida a crear conciencia sobre los riesgos de la vida de tomar selfies en lugares de riesgo”. En su página web selfietodiefor.org se incorporan diversos y numerosos recursos que contribuyen a informarse sobre las mejores prácticas de seguridad.
Se podría decir que cada nuevo recurso tecnológico puede implicar nuevos riesgos, por lo que no sólo se trata de identificar su utilidad sino de prever las consecuencias. En este caso se trata de un recurso que ha dado y seguirá dando a la humanidad valiosos aportes de diversa índole. Sólo se trata de atender al sentido común y mantener su sano disfrute para generar gratos recuerdos.