Fotomontaje: Mónica Pupo

Collage, fotomontaje y un mundo surreal

La historia del collage en el arte está representada por infinidades de artistas y obras celebres, algunas de éstas, terminan en exposiciones de museos o galerías. La técnica del collage se fundamenta principalmente en cortar y pegar pequeños trozos de revistas, periódicos y fotografías, que, al ser combinadas, conforman un concepto estructurado en una nueva imagen. Para la Galería Nacional de arte británico y arte moderno (Tate), el collage es “la técnica como la obra de arte resultante en la que se colocan trozos de papel, fotografías, telas y se adhieren a una superficie de soporte”.

Georges Braque y Pablo Picasso. Foto: Internet

Esta práctica artística de origen francés, se utilizó inicialmente a principios del siglo XX, por los artistas Georges Braque y Pablo Picasso, cerca de 1912. El intercambio de conocimientos entre ellos, los llevaron a crear una serie de collages o papiers collés (término francés que se traduce como papel pegado). El primer collage fue ensamblado por Braque, quien al pasar por una tienda de papel tapiz de Aviñón es atraído por un papel color madera y, lo compra. Ya de regreso en su taller comienza a crear, pegando retazos rectangulares en base de varios dibujos grandes de cartón. Posteriormente, las obras creadas por Picasso fueron sustituidas por páginas de periódico. «Después de haber hecho el primer papier collé, sentí una gran conmoción, y fue una sorpresa aún mayor para Picasso cuando se lo mostré”, menciona Braque.

Por supuesto, no puedo dejar pasar el movimiento artístico dadaísta, surge en 1915, durante la Primera Guerra Mundial, en resistencia y protesta de la guerra. Corriente que más tarde fue adoptada por los surrealistas. Los artistas dadaístas crearon collages de maneras efectivas, relacionados con los horrores bélicos y construidos bajo la satírica. Personajes que exploraron la problemática social bajo el collage: Aleksander Rodchenko, John Heartfield y Peter Kennard, entre otros.

El collage es fácil y rápido de hacer, no se requiere tener habilidades artísticas. Además, es terapéutico y una manera de expresar, no solo una idea u opinión, sino también emociones.

A principio de este año, realicé un taller de arte contemporáneo, que por motivos de la pandemia se encuentra en pausa. Lo interesante de este encuentro con los artistas compañeros es que me permitió, aparte de conocerlos, ver las diferentes tendencias que cada uno aborda. Recuerdo que la mayoría realizaban collages, los cuales incluían en sus creaciones telas, botones, encajes, fotografías, entre otros materiales. La razón, iba más allá de la simple obra, se fundamentaba en los sentimientos.

Acertada es la frase del artista John Stezaker, el “collage permite la apertura de la conciencia, lo cual es muy directo … también es una forma de ver lo que estás consumiendo todo el tiempo”.

Sobre el collage antecede el fotomontaje, es una manera de interpretar la realidad a partir fotografías. Técnica enraizada en la historia hasta nuestros días; donde prevalecen las imágenes digitales. El fotomontaje se remonta a la época victoriana, ejemplo, la famosa fotografía “Dos estilos de vida” (1857) de Oscar Gustave Rejlander, experto maestro de la técnica fotográfica. Para la realización de esta obra, Rejlander empleó elementos como la pintura y la fotografía.

Compuesta por 32 negativos diferentes, cada sujeto fue fotografiado por separado. Una obra controversial para su momento, principalmente por el uso del desnudo en algunos personajes. Debido al escándalo social provocado el día de su exhibición, se tapa la parte de la desnudez. Sin embargo, la fotografía fue adquirida por la Reina Victoria como regalo para su hijo, el Príncipe Alberto. Actualmente pertenece a la colección National Media Museum del Reino Unido.

A diferencia del contenido del fotomontaje de Rejlander, cuyo objetivo era transmitir un mensaje sobre la moral, la lujuria y las buenas costumbres, existen otros artistas que utilizan esta técnica como un medio para expresar su desacuerdo con la política, de una forma surrealista.

Es el caso de Tommy Fung, artista surrealista criado en Venezuela y que debido a la crisis del país regresa a Hong Kong. Durante la entrevista realizada en mi programa de radio, al retornar observa un fuerte cambio social y este impacta en él. Las personas se muestran infelices y afanosas, esto lo motivó a crear, “My Surreal Life in Hong Kong”, donde aborda en sus fotomontajes, cargados de humor (quizás del humor venezolano) y en primera persona, el nuevo descubrir de la belleza y la diversidad de Hong Kong. Luego, Fung comenzó a explorar temas como los problemas ambientales y sociales, así como también la contaminación marina, sin dejar a un lado la crítica hacia la política local. Sus fotomontajes están creados con muchos detalles que escapan a primera vista. Los comparte en su cuenta de Instagram @SurrealHK.

Tommy Fung

Para concluir, he creado mi último fotomontaje titulado “un día de playa en familia”. Forma parte ilustrativa de este artículo.

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