Existen personas que resaltan no sólo por la facilidad de realizar varias actividades y destacar en ellas, hasta el punto de ser objeto de múltiples reconocimientos. Ese es el caso del británico Cecil Walter Hardy Beaton quien es conocido por sus fotografías, diseños de vestuarios y escenógrafías de películas y obras de teatro.
El Beaton fotógrafo es considerado uno de los grandes retratistas del siglo XX. Su interés en captar imágenes pareciera haber sido incentivada desde muy niño, gracias a la influencia de su niñera quien lo animaba a tomar fotografías de su madre y hermanas, con una Kodak A3. Aunque cursó estudios de historia, arte y arquitectura en la Universidad de Cambridge, no llegaría a graduarse. Al parecer, su interés estaba más enfocado en cultivar relaciones con numerosas personas. De hecho, por medio de esas relaciones sería que daría sus primeros pasos trabajando como fotógrafo.
Inicialmente, habría tenido una importante influencia de dos reconocidos profesionales, Adolph de Meyer y Edward Steichen. El primero, nació en 1868 en París y es considerado uno de los más relevantes fotógrafos de la moda. Trabajó para la revista Vogue y para Vanity Fair. Steichen fue un fotógrafo estadounidense que nació en Luxemburgo. Formó parte del movimiento Photo-Secession y del grupo The Linked Ring. Llegó a ser director de fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).
El viaje de Beaton a Hollywood en los años 30 pareciera haber sido una de las influencias determinantes en su estilo y en su carrera en general. El conocer e ingresar al ambiente de “la meca del cine”, le despertó el interés en otras actividades que desarrollaría con éxito como, por ejemplo, director artístico y escenógrafo en diversas producciones, siendo una de las más destacadas “My Fair Lady”.
Aunque para 1953 Beaton había logrado fotografiar a Isabel II el día de su coronación, esa íntima relación con el mundo del espectáculo, le facilitaría realizar un numeroso grupo de fotografías de personalidades que iban desde estrellas del rock, hasta actores pasando por pintores de talla mundial como Coco Chanel, Andy Warhol, Mick Jagger, Marilyn Monroe, Greta Garbo, Pablo Picasso, Elizabeth Taylor o Marlene Dietrich. Todo esto haría que fuera identificado plenamente como el fotógrafo de la realeza, de las celebridades y del mundo de la moda.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial marcaría a Beaton no sólo emocional sino profesionalmente. Se incorporó como fotógrafo trabajando para instituciones oficiales del gobierno británico y agencias militares. Se comenta que Beaton llegó a captar como muy pocos, los horrores de la guerra, en imágenes que darían la vuelta al mundo e impactarían a quienes las observaran.
Dos de ellas me parecen particularmente destacadas. Un retrato de un aviador de la Real Fuerza Aérea muestra a un hombre muy joven, sentado en alguna parte de la nave, enfundado en su uniforme y equipos. Con una mirada que es una mezcla de una serenidad poco esperada para alguien que pronto va a enfrentarse con la muerte. La segunda fotografía a la cual se le atribuye haber sido uno de los catalizadores para el ingreso de los Estados Unidos en la contienda bélica, es la de una niña herida, sentada en una cama de hospital y que mientras abraza un muñeco de tela, mira al frente de una manera tal que, aún hoy, hace reflexionar en la inutilidad de la guerra y sus víctimas. Esta foto sería publicada como portada en la revista LIFE.
Una vez finalizada la guerra, Beaton vuelve a lo que había sido su trabajo como retratista y fotógrafo de modas. Sólo que, en esta oportunidad, no pasaría mucho tiempo para que se dedicara a la escenografía y el diseño de vestuarios. El éxito en esta incursión se pone en evidencia al haber ganado dos premios Oscar de Hollywood, en 1958 por la película “Gigi” y en 1964 por “My Fair Lady”.
Cecil Beaton murió en Londres a la edad de 76 años. Dejó una obra calificada de arte, no sólo en el mundo del cine, sino de la fotografía, lo que le valió ser objeto de múltiples e importantes reconocimientos. En el 2004 la National Portrait Gallery de Londres le dedica una retrospectiva, en el 2014 ve la luz el libro “Cecil Beaton. Portraits and Profiles” y en el 2018 se estrena el documental “Te queremos Cecil Beaton”, de la directora de cine francesa Lisa Immordino Vreeland.
Definitivamente Beaton fue un fotógrafo poco convencional, amplio en su mirada y sus gustos. Con una capacidad de transmitir como pocos, desde la solemnidad de una coronación real, hasta los impactos de un conflicto bélico mundial y la particular personalidad de los famosos. Una de sus frases que ayuda a comprender a este artista es “Se atento, se diferente, se poco práctico, se cualquier cosa que te de integridad en algún propósito y una visión imaginativa en contra de los todo-seguro, las criaturas de la mediocridad, los esclavos de lo ordinario”.