Foto René Adarin

No es la cámara, es el fotógrafo

¿Recuerdan las fotografías realizadas con sus primeros celulares? Eso es como el primer beso, nunca se olvida. Seguramente no eran teléfonos inteligentes con cámaras sofisticadas como los de ahora. En lo personal, recuerdo haber registrado con mi móvil varios lugares de la cocina y el baño de la casa de mis padres. Luego, apliqué filtros automáticos con el fin de dramatizar las escenas. Mucho después, con el auge de las redes sociales dedicadas a la fotografía, logré publicar mi serie “Unas antes de partir”, en el año 2012.

Antes hacer una imagen costaba, lograr adquirir papel, película y químico costaba algo. No solo era el valor monetario sino también el valor relacionado con el proceso. A pesar de ello, como fotógrafos nos aventuramos a experimentar en hacer las mejores tomas, pero bien pensadas, sin derrochar.

«La materialidad de la fotografía argéntica atañe al universo de la química, al desarrollo del acero y del ferrocarril, al maquinismo y a la expansión colonial incentivada por la economía capitalista»

Joan Fontcuberta

Las cámaras análogas y películas no pasarán de moda, son herramientas fundamentales en el aprendizaje de la fotografía, indistintamente de los actuales avances y procesos de la tecnología. La práctica de revelar y copiar en el laboratorio es única, es una experiencia y conocimientos que enriquecen a cualquier fotógrafo apasionado por el arte. Según Joan Fontcuberta: “La fotografía argéntica aporta la imagen de la sociedad industrial y funciona con los mismos protocolos que el resto de la producción que tenía lugar en su seno. La materialidad de la fotografía argéntica atañe al universo de la química, al desarrollo del acero y del ferrocarril, al maquinismo y a la expansión colonial incentivada por la economía capitalista”.

Foto Pixabay

En la historia de la fotografía hubo una pausa, cuando la fotografía argéntica cambia a causa de la demanda de las cámaras digitales por su practicidad, inmediatez y rentabilidad. Lo confirma Fontcuberta al decir sobre la fotografía digital: “Responde a un mundo acelerado, a la supremacía de la velocidad vertiginosa y a los requerimientos de la inmediatez y globalidad”.

Sin embargo, con el tiempo esa disminución dio paso al renacimiento de la fotografía tradicional o química como una práctica artística independiente. ¿Cuál es el encanto de la fotografía analógica? ¿Por qué algunas personas desean practicarla en plena era digital?

Claro está, que en nuestro estado actual se me dificulta imaginar regresar a la fotografía análoga, por ejemplo, para los medios de comunicación impresos, como mecanismo para realizar su trabajo al abordar la noticia gráfica. Por supuesto, esto sería un total retroceso para metodologías de procesos donde el apetito por la información es voraz y constante. Desde luego, experimentamos procesos adaptativos y con el paso del tiempo, los medios de comunicación vieron con interés incorporar dispositivos como teléfonos inteligentes para los fotoperiodistas.

Foto: Frans-van-heerden

Ahora bien, no todos estaban contentos con esta nueva herramienta de trabajo:  los teléfonos inteligentes. En el mundo de los periódicos impresos, el hecho de que la imagen electrónica sustituyera la “foto tradicional”, creó incertidumbre, más competencia en el gremio y la manera de como los profesionales de la lente tuvieron que interactuar con ello, debido a que lo digital no es tangible, no se puede tocar como una imagen copiada en papel.

La profesora Katarin Parizek de la Universidad Estatal de Pensilvania habla del valor de los teléfonos inteligentes en los medios noticiosos, debido a que ellos “se han dado cuenta de la importancia de estas imágenes, ya que utilizan las fotos y las historias de testigos de primera mano que se encuentran en la escena de un evento. Desde huracanes e inundaciones, hasta levantamientos y guerras, las imágenes de teléfonos celulares han jugado un papel importante en la transmisión de noticias en todo el mundo”.

Foto: Comm photo

En el año 2020, los analistas de Suite48Analytics aplicaron la encuesta ¿Están los profesionales listos para cambiarse a teléfonos inteligentes?, a 881 fotógrafos profesionales de Europa y América del Norte. En el informe menciona que “La mayoría de las fotografías con fines comerciales todavía se capturan con una cámara. Sin embargo, el 11 por ciento de los fotógrafos encuestados usa la cámara de un teléfono inteligente para aproximadamente el 50 por ciento de sus imágenes profesionales. El uso de teléfonos inteligentes para imágenes profesionales también está en aumento, y el 31 por ciento dice que usa el teléfono inteligente más ahora que hace 12 meses”.

Indistintamente, fotografiar ahora es más fácil y los resultados son inmediatos, por lo que disfrutamos mucho más los procesos. Por otra parte, como profesionales de la lente, es importante que utilicemos con ética y responsabilidad la cámara o teléfono inteligente a la hora de hacer fotografías. Porque no es la cámara sino el fotógrafo quien hace la imagen.

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